¿Quién
es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun,
El
que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios,
El
que también intercede por nosotros.
Romanos
8:34
La gran conclusión en cuanto al sufrimiento
y la muerte en la cruz de Cristo es esta: «Ninguna condenación hay para los que
están en Cristo Jesús» (Romanos 8: O, Estar «en Cristo» significa estar en
relación con él por fe. La fe en Cristo nos une a Cristo, así que su muerte
llega a ser nuestra muerte y su perfección se convierte en nuestra perfección.
Cristo llega a ser nuestro castigo (que no tenemos que sufrir) y nuestra
perfección (que no podemos alcanzar).
La fe no es la base de nuestra aceptación
ante Dios. Solo Cristo lo es. La fe nos une a Cristo así que su justicia es
contada como nuestra. «Sabiendo que una persona no está justificada por obras
de la ley, sino por la fe en Jesucristo, nosotros también hemos creído en
Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley,
por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado» (Gálatas 2:16). Ser
«justificados por fe» y ser «justificados... en Cristo» (Gálatas 2: 17) son términos paralelos. Estamos en
Cristo por fe, y por tanto somos justificados.
Cuando surge la pregunta « ¿Quién es condenador»,
la respuesta se da por sentada. ¡Nadie! Entonces se dice el porqué: « ¡Cristo
Jesús es el que murió La muerte de Cristo asegura nuestra libertad de la condenación.
Es tan seguro que no podemos ser condenados como seguro es que Cristo murió. No
hay doble penalidad en el tribunal de Dios. No seremos condenados dos veces por
el mismo delito. Cristo ha muerto una vez por nuestros pecados. No seremos
condenados Por causa de ellos. La condenación ha
desaparecido no porque no exista ninguna, sino porque ya ha ocurrido.
¿Pero qué si el mundo nos quiere condenar?
No es esa una respuesta a la pregunta, « ¿Quién va a condenar?» ¿No condena el
mundo a los cristianos? Ha habido muchos mártires. La respuesta es que nadie
puede condenarnos con éxito. Puede haber cargos, pero ninguno perdurará. « ¿Quién
acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica» (Romanos 8:33). Es
lo mismo que cuando la Biblia pregunta: « ¿Quién nos separará del amor de
Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o
peligro, o espada» La respuesta no es que estas cosas no le ocurran a los
cristianos. La respuesta es que «en todas estas cosas somos más que vencedores,
Por medio de aquel que nos amó» (Romanos 8:37).
PUBLICADO POR: FRANCISCO PORTILLO
Soy una persona dependiente de la gracia y la fortaleza de Dios desde que reconocí que sin él no soy absolutamente nada, Jesús se ha convertido en mi caminar y en el centro de toda mi existencia, todo se lo debo a él.Si has encontrado útil este artículo puedes compartirlo desde tu blog, página Web o foro.
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